448.- Siempre había escuchado que la fama y el éxito pueden poner en riesgo la estabilidad mental de las personas, pudiendo traer consigo problemas de ansiedad, depresión y adicciones ya que, seguramente, alcanzar el éxito y ser reconocido públicamente, sobre todo los deportistas de élite, debe resultar abrumador, pero lo que jamás hice fue juzgar a estas personas, primero porque desconocía su situación y segundo porque me pillaban un poco lejos, hasta ahora.
Acabo de leer el libro de Daniel Amatriain, “Mi vida de 300 a 0 km por hora”, y aunque no le conozco personalmente, sí que le seguía porque, aunque soy un “friki” del Trial, todo lo que huele a gasolina me va.
De los éxitos deportivos de Dani estaba al corriente y, leyendo el título del libro, pensaba que me iba a encontrar en sus páginas un relato sobre cómo pasa la vida de un deportista en la alta competición hasta que lo deja.
Desconocía esa parte más íntima y personal que nos descubre y aunque seguramente nos veremos y lo podremos comentar más detenidamente, como ya sabéis que me gusta expresar sentimientos por escrito, en este caso no va a ser menos.
Como ya he comentado anteriormente, no le voy a juzgar, simplemente voy a relatar cómo me he sentido yo al leer sus impactantes declaraciones, porque ahora sí que me ha tocado la fibra el poder ver y comprobar cómo una serie de desencajes mentales nos pueden arruinar la vida pero, por otro lado, cómo también puedes, no sin un gran esfuerzo, superarlo.
Jamás he probado un porro, pero siempre me ha preocupado por qué las personas caemos en las drogas, y más ahora que con todo el tema de las redes sociales la juventud recibe mucha información, buena y mala, y no se deja aconsejar bien.
No soy psicólogo ni pretendo actuar como tal y pienso que seguramente haya varias causas determinantes a la hora de consumir drogas, como puede ser una predisposición genética a las adicciones, la presión de los compañeros -que no amigos-, el sufrimiento emocional, la ansiedad, la depresión, el estrés y seguramente el entorno social. Pero, por otro lado, existe también un tipo de personas que después de bajar a lo más profundo del infierno, son capaces de sobreponerse y de rehacer su vida. Esta persona es Daniel Amatriaín.
Sinceramente os recomiendo la lectura de este libro de Dani, “Mi vida de 300 a 0 km por hora”.