Lluís Gallach Vila, (Santa Cecília de Voltregà, Barcelona 24 de octubre de 1963), conocido como “el crack”.
Empezó compitiendo con la marca Montesa la temporada 1982-83 y finalizó tercero del Campeonato de España, que ganó las dos temporadas siguientes con la marca catalana Merlin (1984 y 1985).
Merlin le dedicó el modelo Gallach Réplica en 1985.
Participó en cinco ediciones del Trial de Naciones, en la que quedó segundo (1984 y 1985), y tercero (1986, 1987 y 1988).
Participó nueve veces en el Campeonato del Mundo de trial, en el que alcanzó la séptima posición dos años seguidos (1984 y 1985). En 1987 ganó la prueba puntuable para el Campeonato del Mundo disputada en Sant Llorenç de Morunys.
También fue piloto oficial de las marcas: Mecatecno, Gas Gas, Alfer y Aprilia.
Se retiró en 1993 y últimamente ha sido mecánico oficial del equipo Sherco y mochilero del piloto Albert Cabestany.
1.- ¿Qué significó el trial para ti?
Desde que conocí el trial a la edad de 10 años, entró en mi vida con tal fuerza que aún es la actividad más importante con la que estoy relacionado. Ha significado una manera de vivir, todas mis actividades han estado condicionadas a la práctica del trial.
Primero fue una afición, después una profesión y nunca ha dejado de ser una pasión.
Me ha dado cultura, pudiendo viajar por muchos países diferentes, me ha dado a conocer para poder tener mi espacio dentro del mundo del trial, me he podido dedicar profesionalmente durante muchos años en la competición de alto nivel y formarme como persona, porque la competición enseña muchísimo.
El trial me ha dado también amistad, cuántos amigos he hecho y cuánta gente he conocido... en fin, el trial lo ha significado todo!
2.- ¿Qué significa el trial para ti?
El trial es mi vida, pues aunque me dedico profesionalmente a esta actividad no soy yo el que compite.
Tengo la oportunidad de estar dentro del mundo del trial, y poder transmitir y ayudar aportando mis experiencias en la competición. El trial para mí siempre está relacionado con la COMPETICIÓN.
Sí que es verdad que ahora no todo el trial es competición. Salidas con los amigos para hacer unos caminos trialeros y un buen desayuno, ¿quién no lo ha hecho?, para tener la sensación de disfrutar, de conducir una moto por la montaña, solo por el hecho de conducirla.