A veces, llegamos a la conclusión de que, en realidad, nunca llegamos a conocer a una persona, bien porque nos sorprende con un comportamiento inesperado tan grato como positivo o bien porque nos decepciona y es por ello que no podemos dar nada por sentado.
A la mayoría de nosotros nos agrada la predictibilidad. Saber que si espero algo de alguien, este lo cumpla: entender y dar por sentado que mis amigos responderán de tal modo a determinadas circunstancias, que serán siempre fiables, que la visión que tenga de ellos es la correcta y se mantendrá de ese modo a lo largo del tiempo, etc., pero el bueno de Lluís no formaba parte de mis amigos más cercanos y ahora que lo he conocido un poco más me ha demostrado que tiene bien merecido el apodo de “crack”.
Siguiendo con la entrega del libro ZERO! pude hablar con él algo más de 20 minutos que he transcrito en forma de entrevista.
Lluís Gallach Vila (24 de octubre de 1963), casado con Montserrat Puig.
Hijo de Xavier y Dolors.
Padre de Nico.
Hermano de Joan, mayor que Lluís.
¿Me puedes contar algo de tu infancia?
Mi infancia transcurrió en un ambiente de tranquilidad y seguridad. Vivía en una casa de payés, iba al colegio, ayudaba en las tareas de la granja de mis padres y jugaba con los niños de las casas vecinas. Todo normal para la época.
¿Cómo fue la relación con tu padre en el aspecto motociclista? ¿Y con tu madre?
Bueno, al principio un tanto complicadas debido a que solo me dejaban ir en moto por el pueblo, pero tenía totalmente prohibido salir a competir. Antiguamente había bastantes carreras de trial para aficionados en la mayoría de los pueblos cercanos y solo me dejaban acudir a mirar. Después, debido a mi insistencia, pude ir a algún trial de estos, hice buenos resultados y recibí alguna pequeña ayuda para poder asistir a otros y así, progresivamente, poder seguir cada vez más en serio en el trial.
¿Cuál fue tu primera moto y a qué edad?
Una Bultaco Sherpa 250cc, 4 marchas. Era de mi hermano pero la compartíamos.
¿Qué recuerdos tienes de ella?
Al principio no podía ni arrancarla, pero una vez en marcha, sentir la agradable sensación de ir en moto.
Antes de ser piloto profesional, ¿estuviste ligado al sector motociclista?
No, no, solo era un aficionado al que le gustaba ver y hacer trial.
¿Cuándo fuiste consciente de lo que era el Trial y porqué empezaste a practicarlo?
Los amigos de mi hermano hacían trial por el pueblo y de vez en cuando iban a participar en algún trial de aficionados, yo iba a mirar y así empezó todo.
Se te asocia a Merlin por ser Campeón de España dos años con esta marca ¿Qué recuerdos tienes de la fábrica y de la moto?
¡Magníficos recuerdos! Teníamos muy buen equipo de pilotos con Joan Freixas, Jorge Arjones, Jordi Solé y Alberto Puig. También muy buen equipo técnico con Paxau e Ignacio Bultó.
¿Qué sentiste al ganar el primer Campeonato de España con la Merlin?
Mucha alegría, se cumplió aquello de lo del sueño hecho realidad.
¿Por qué crees que Merlin no continuó fabricando motos?
Llegó un momento en que la moto necesitaba un desarrollo importante y no fue por el buen camino. Supongo que necesitarían de una gran inversión que no llegó nunca.
¿Tenías predilección por algún piloto de Trial en particular a nivel nacional y a nivel internacional?
Si, Toni Gorgot e Yrjö Vesterinen, los dos eran mis ídolos.
¿Tenías manía a alguno en particular?
No, no, que va, solo tengo buenos recuerdos de todos. De unos más que de otros, pero sin malos rollos.
¿Qué sentiste al ganar la prueba del Mundial en Sant Llorenç de Morunys en 1987 con la Mecatecno? ¿Sabes los motivos por los que no llegaron más victorias?
Venía de una temporada muy mala en 1986 y fue la confirmación de que me había recuperado del todo. No hubo más victorias porque mi nivel no estaba al de los pilotos ganadores y era tremendamente difícil hacer un podio.
¿Era competitiva la Dragonfly?
Cuando salió la moto en su primera temporada en el 87 era una moto adelantada para la época, era muy competitiva, pero con el paso de los años quedó estancada y se vio superada por otras marcas.
Tengo constancia que has pilotado varias marcas: Montesa, Merlin, Mecatecno, Gas Gas, Alfer, Aprilia y Sherco. ¿Me puedes hacer un resumen de lo bueno y de lo malo de cada una?
Soy de la opinión que todas las motos pueden funcionar bien si tienes posibilidades de ponerlas a punto, a cada una le harías una puesta a punto diferente de las otras.
¿Guardas alguna moto de Trial de aquellos tiempos?
No guardaba ninguna hasta que en mi 50 aniversario, mi mujer junto con Cabes y todos mis amigos, me regalaron una Merlín “Gallach Réplica”.
¿Tuviste alguna lesión importante en tu etapa profesional?
Sí, tuve 2 lesiones no graves que me trastocaron bastante las temporadas. Una pequeña fractura de rótula en el 86 y una pequeña rotura de un hueso del tobillo en el 88 en un salto de altura sin recepción que antes hacíamos en algunos indoor.
En caso afirmativo ¿Crees que ahora te pasan factura?
No me pasan factura, me recuperé bien de las lesiones. Me pasa factura la edad (risas).
¿Quién consideras que fue el mejor piloto de Trial hasta la llegada de Jordi Tarrés?
Antes había mucha igualdad, quizás destacaría a Eddie Lejeune.
Después de dejar la etapa profesional del Trial en 1993, ¿a qué te dedicaste?
Me dediqué a ser mochilero de: Ángel García (EPD), David Cobos, JM Alcaraz (el nene), Sergi León, Laia Sanz y Albert Cabestany.
Y ahora, ¿A qué te dedicas?
Soy el Team Mánager de Sherco.
¿Sigues el Trial moderno con Toni Bou a la cabeza?
Sí, por supuesto.
¿Crees que el deporte que practican actualmente se le puede llamar Trial?
Sí claro. Ha evolucionado de esta forma pero sigue siendo trial.
¿Actualmente, sigues los Triales de Clásicas?
Sí, de vez en cuando voy a alguna carrera de clásicas, me gusta mucho el ambiente que hay, de todas formas hago más entrenamientos con el grupo de las clásicas que carreras.
Por tus “manos” han pasado, entre otros, grandes pilotos: El “nene” Alcaraz, Laia Sanz, Albert Cabestany. ¿Qué destacarías de cada uno?
El Nene: trabajador. Laia: quien tiene la voluntad tiene la fuerza. Cabes: un genio.
¿Me puedes explicar algunas anécdotas de tu vida profesional del Trial?
1980 Trial en Ripoll. Yo competía en Junior y en una zona sufrí una fuerte caída. Me ayudó a levantarme mi ídolo, Toni Gorgot. Quién iba a decirme a mí que unos años mas tarde competiría contra él e incluso en alguna ocasión le ganaría. Ni en los mejores sueños.
¿Quieres hacer algún comentario que no haya quedado reflejado en esta entrevista?
Soy de la opinión que el trial para aficionados goza de bastante buena salud, en casi todos los triales hay muchos pilotos participando. Es en el trial de élite donde se tendría que gestionar mejor, con reglamentos menos complicados, zonas más acordes a la competición, etc. ya que esto hace que no motive a un gran número de pilotos porque tienen que hacer un gran esfuerzo para seguir un Campeonato.
Habría que poner más energía en hacer las cosas más fáciles y para que sea agradable ir a correr un trial, con un reglamento que guste a los pilotos, las zonas bien preparadas y el nivel adecuado.
De todas formas el gran problema del trial que más afecta a las ventas de motos es el acceso a la montaña. Tendría que ser mucho más fácil conseguir permisos para tener áreas de trial así como facilitar a los moto clubs la organización de las competiciones.
Todas las lenguas están repletas de frases hechas, cuyo origen, en algunos casos, son todo un misterio. Se trata de expresiones populares muy arraigadas en la sociedad que poco o nada tienen que ver con las palabras que la forman.
En el trial también hay frases hechas y algunas identifican claramente el tipo de talante de un piloto. Para esta ocasión, Lluís Gallach deja clara su postura frente al deporte que lo profesionalizó:
“Yo no era de los más buenos, pero era de los últimos en sacar el pie de la estribera”.
Un plaer parlar amb tu Lluís, ens veiem a les zones.